Todo inició el día que me reventaron el vidrio del vehículo; uno que tenía asignado por la compañía donde laboro. Una bala calló del cielo sobre el vidrio del vehículo cuando estaba estacionado y yo en la oficina. Dejaron una nota al lado de la bala que reposaba plácidamente entre los limpiaparabrisas. Decía con caligrafía forzada y de difícil lectura “escribe de mi o el próximo eres tú”. Dejó su firma, el muy desgraciado dejó su huella, firmó TEC. Fui a los organismos policiales sin tener éxito. Nada podían o querían hacer; nadie había muerto y el parabrisas me lo arreglaba el seguro.
Tiempo después estaba registrando en el instituto de transito la compra del vehículo, el mismo del parabrisas roto, la compañía me lo había vendido a buen precio. Tres horas luego de iniciar la tortura de los trámites, me llaman aparte a una oficina privada dentro del organismo. Fue una pesadilla. Fuí interrogado tres veces, fotografiado y reseñado. El registro vehicular que me entregaron en la venta era falso y yo, según ellos, estaba tratando de legalizar un vehículo falsificando un documento del estado y eso es un crimen penal.
Los abogados de la compañía que me vendió el vehículo evitaron que fuera detenido. Al llegar a casa, con cansancio físico y mental, expliqué con lujos de detalles a mi esposa lo sucedido. Ella me dice: “por cierto, te dejaron esta carta”, no tenía remitente, solo mi nombre escrita a mano. Contenía un papel que decía “Yo cambié tu documento por uno falso. Despreocúpate, saldrás librado de la investigación penal, ya he visto tu futuro. Debes escribir de mi” De nuevo firmado TEC 1.0, con distinta letra y ésta era femenina.
Googleo TEC 1.0 nada relevante encuentro entre tantas cosas no logré identificar algo que me dijera algo.
Al siguiente día aparece un niño en la puerta de mi oficina, seguro era el hijo de un compañero de trabajo, pensé. Dijo: “Escribe de mi... ” debí cerrar mis ojos más de lo que se acostumbra en un pestañeo normal, al abrir de nuevo los ojos él no estaba ahí, lo busqué por toda la oficina, sin éxito. Pregunté a la recepcionista si alguien había entrado con un niño, su respuesta fue negativa.
De nuevo en mi computadora retomando a mi trabajo, aparece un mensaje en el chat interno de la compañía, este era privado solo personal de la compañía tenia acceso a el. Alguien que firmaba en su usuario como “Taller de Escritura Creativa” me decía “Escribe de mi, de no hacerlo tu esposa será mía para siempre, ella me pertenecerá. Será un trofeo mas en mi colección”. “Que vaina es esta” pensé. Inmediatamente mi computadora se apagó para no encender mas. Soporte técnico me dijo que el disco duro y la memoria RAM se habían quemado.
Mientras reponían mi equipo investigué en internet; descubrí que existía un curso de escritura creativa llamado TEC 1.0, los mensajes me habían llevando hacia esto. Escribí al taller y me inscribí. Los demonios dejaron de perseguirme uno por uno luego de escribir sus historias, ahora estoy atrapado en el curso, nuevos demonios me piden que escriba de ellos mientras alguien, que firma JK sus mensajes, dicta las pautas a seguir.
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